Traducciones incorrectas en el mundo de los negocios: ¿Qué tan perjudiciales pueden ser para su empresa?

Hace unos días leí en Internet un artículo muy interesante sobre traducciones incorrectas que relataba específicamente un incidente que involucraba a la gigante japonesa de fabricación de electrónicos Sharp Corporation. Esta empresa se vio en la necesidad de rectificar la traducción al inglés de sus estados financieros consolidados debido a una sola oración mal traducida, que revelaba la existencia de una “duda material” sobre su situación como empresa en marcha, infiriendo entonces que existía una amenaza de liquidación por primera vez en sus 100 años de historia en el mercado. Cuatro días más tarde, esta entidad se vio obligada a retractarse públicamente, además de corregir la traducción de sus estados financieros, con el fin de reafirmar su capacidad de permanecer en el negocio, así como para evitar la venta masiva de sus acciones.

Así como éste, existen también muchos otros casos ​conocidos en Internet que nos llevan a pensar que una traducción imprecisa, ya sea en inglés o en cualquier otro idioma, deja de representar un simple error involuntario para convertirse en ​un​ verdadero dolor de cabeza ​para​ los ​propietarios de cualquier ​negocio, y en la principal causa de pérdidas económicas, ya que perjudican seriamente la imagen y la credibilidad profesional de una empresa de cualquier rubro.

Ahora, si bien este tipo de errores de traducción no afectan las relaciones internacionales a gran escala o individuos en particular, se debe tener claro que la única manera de evitar su ocurrencia es encargar las traducciones a profesionales de la traducción ​que cuenten ​con la debida experiencia y conocimiento del tema para realizar este trabajo según los más altos estándares de calidad y dentro de los plazos previamente establecidos con los clientes.

En tal sentido, cabe precisar que el beneficio de una correcta traducción se halla principalmente a nivel comercial, pues ésta resulta sumamente necesaria en diversos escenarios tanto a nivel oral como escrito. Por ejemplo, ésta se requiere para afrontar exitosamente cualquier negociación con clientes extranjeros, expresar adecuadamente nuestras propuestas o solicitudes a través de correos, cartas, contratos, informes, entre otros, cuyo fin sea concretar negociaciones, ofrecer servicios, brindar información clave para nuestros clientes, cumplir con requerimientos según normativa local, etc.

Sin embargo, a pesar de estos beneficios, algunas empresas lamentablemente continúan considerando los servicios de traducción como un “commodity”, y sacrifican calidad por precio. Incluso se preguntan si es verdaderamente necesario contratar un traductor profesional, únicamente con el fin de reducir costos. El servicio de traducciones profesionales podría parecer un servicio accesorio, en efecto, pero resultará imprescindible si se toma en consideración el tiempo, los recursos, y las oportunidades que se podrían perder, además de las contingencias que podrían originarse, por no contar con una traducción correcta.

Por tal motivo, invertir en una traducción profesional no busca sino otorgar un valor agregado a toda empresa que decida apostar por una comunicación clara y eficiente para tener éxito en este entorno tan competitivo como es el mundo de los negocios.