La contabilidad y la inteligencia artificial

En esta época de distanciamiento social obligatorio, la tecnología ha venido a nuestro rescate cual superhéroe que auxilia a una víctima obligada a saltar hacia una muerte social por un villano invisible. La influencia de la tecnología es tal que transforma nuestra sociedad con cada gran salto. Específicamente, en la profesión contable, la tecnología ha generado un proceso evolutivo. El contador ha pasado de trabajar encerrado en una caverna/oficina llena de libros, a ser a un consultor y socio de negocios que come, duerme y suda en la metrópolis de los mercados y negocios.

Por eso es muy importante reflexionar sobre la inteligencia artificial, la cual sería el próximo gran salto de este desarrollo tecnológico y que según algunos expertos sucederá en no más de 50 años. La tecnología que, hasta la fecha, ha estado a nuestro servicio, como nuestro propio Igor para nuestro Doctor Frankenstein, se convertirá en una inteligencia con rasgos humanos, flexible, con capacidad de aprender y tomar decisiones.

En el campo contable esta nueva tecnología será disruptiva, eliminando posiciones y creando otras, reduciendo significativamente errores y el tiempo en realizar tareas repetitivas, como son las labores administrativas, facturación, procesamiento y análisis documentario; reconciliaciones; preparación de reportes financieros, mantenimiento de información para procesamiento de nóminas, etc.

Esta tecnología permitirá al profesional contable concentrarse en brindar servicios más estratégicos de asesoramiento, mejoramiento de procesos, control de costos y optimización del capital. Asimismo, también atraerá a nuevos jóvenes profesionales con expectativas de un trabajo totalmente flexible y remoto que se acomode a sus propios tiempos y sobre todo en la comodidad de su hogar.

En la actualidad, es evidente el interés en esta tecnología. En diciembre pasado, las firmas auditoras más grandes del mundo decidieron invertir nueve mil millones de dólares en desarrollar tecnología de inteligencia artificial y análisis de datos1. Por otro lado, también existen inversiones independientes como, por ejemplo, “Botkeeper”, un sistema que utiliza una IA básica para automatizar la codificación contable y que trabaja asistida y en colaboración con profesionales. Esto no es una IA totalmente, pero es sin duda, un paso en la dirección correcta.

Por esto, es necesario que el profesional se transforme, que esté totalmente involucrado con el desarrollo tecnológico y obtenga habilidades más diversas como conocimientos avanzados de Excel y Visual Basic, estadística, finanzas corporativas, experiencia con ERPs y Big Data, así también como habilidades blandas que serán cada vez más importantes como la atención al cliente, la comunicación efectiva y la inteligencia emocional.


1 https://news.bloombergtax.com/financial-accounting/big-four-invest-billions-in-tech-reshaping-their-identities